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El papel del cine argentino en la lucha por la libertad y la justicia.

40 años de democracia

CINE CLUB PUENTES 

Desde el Cine Club Puentes, queremos recordar y celebrar los 40 años de democracia en Argentina, y en particular, el papel que el cine ha desempeñado en la lucha por la libertad y la justicia durante este período. 

El cine argentino ha sido una forma de expresión artística y política desde hace décadas, y ha jugado un papel importante durante el proceso de transición a la democracia en el país. Durante la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, el cine fue objeto de censura y control por parte del régimen. Las películas eran evaluadas y se revisaban los guiones y cortaban cualquier escena que fuera considerada subversiva o inapropiada. 

CINE CLUB PUENTES




CINE Y DEMOCRACIA 40 AÑOS DE ARGENTINA EN EL CONSULADO EN BARCELONA

Sin embargo, el cine también fue una forma de resistencia y denuncia. Desde el comienzo de la dictadura, muchos cineastas comenzaron a trabajar en proyectos clandestinos que reflejaban la realidad del país y criticaban la violencia y la represión. Estas películas, a menudo realizadas con presupuestos muy bajos y en condiciones precarias, fueron un testimonio de la resistencia cultural y la lucha por la libertad. Algunos de estos directores comprometidos incluyen a Leonardo Favio, Fernando «Pino» Solanas, y Héctor Olivera, entre otros. Estos cineastas crearon obras que desafiaron el discurso oficial de la dictadura y presentaron una crítica social y política que el régimen intentaba silenciar. Muchos cineastas y artistas fueron perseguidos, encarcelados y exiliados, lo que limitó su capacidad para trabajar libremente y para expresarse sin temor a represalias. La censura también impuso límites a lo que se podía decir y mostrar en las películas, lo que limitó la diversidad de temas y enfoques que se podían abordar. Sin embargo, la censura y la represión también dieron lugar a una forma de resistencia creativa, y muchos cineastas y artistas se valieron de la sátira, el simbolismo y la alegoría para criticar al régimen y mostrar una imagen más auténtica y compleja de la sociedad argentina. En lugar de limitar la creatividad, la censura y la represión incentivaron a los cineastas a buscar nuevas formas de expresión y a desafiar los límites impuestos por la dictadura.

Con la llegada de la democracia en 1983, el cine argentino vivió una nueva etapa de libertad y creatividad. Muchos cineastas que habían estado exiliados o que habían trabajado clandestinamente durante la dictadura regresaron al país y comenzaron a producir películas que reflejaban la nueva realidad del país. Estas películas, a menudo críticas y comprometidas, fueron una forma de explorar el pasado reciente del país y de buscar justicia para las víctimas de la dictadura.

Una de las películas más importantes de este período es «La historia oficial» (1985), dirigida por Luis Puenzo. La película, que ganó el Premio de la Academia a la Mejor Película Extranjera en 1986, cuenta la historia de una profesora de historia que descubre que su hija adoptiva fue robada durante la dictadura. La película es un testimonio de la búsqueda de la verdad y la justicia, y ayudó a poner el tema de los desaparecidos en la agenda pública del país.

L NOCHE DE LOS LAPICES CINE CLUB PUENTES

DEMOCRACIA ARGENTINA 40 AÑOS EN BARCELONA EN CINE CLUB PUENTES

Otra película importante sobre la dictadura en Argentina es «La noche de los lápices» (1986), dirigida por Héctor Olivera, que cuenta la historia real de un grupo de estudiantes secundarios que fueron secuestrados y torturados por las fuerzas de seguridad durante la dictadura. La película es un retrato crudo y realista de la violencia política en Argentina y una denuncia de las atrocidades cometidas por el régimen militar.

En la actualidad, 40 años después de la llegada de la democracia, el cine argentino sigue siendo una forma importante de protesta y resistencia política en la actualidad. A pesar de que la censura y la represión ya no son una preocupación inmediata, los cineastas argentinos aún utilizan el cine como un medio para expresar sus preocupaciones sociales, políticas y culturales. El cine argentino ha sido capaz de evolucionar y adaptarse a los cambios en la sociedad y en la industria cinematográfica, pero sigue siendo una forma poderosa de reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro de Argentina.

Estén atentos a la programación que en breve comenzamos. 

 

Por Fabricio D’ Alessandro

www.fabriciodalessandro.com

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