EL VALOR DEL CINE
El cine es una poderosa herramienta cultural para expresar, para sentir, para enseñar, para reflexionar, para concientizar a través de imagen y sonido: tan simple y tan complejo.
Vivimos en la era de la distracción que se ha potenciado y materializado con las redes sociales, sobre todo al finalizar la pandemia. Observamos a diario estímulos que solo nos llevan al consumo; excesos de comida, moda, lugares exóticos, etc. Y de la mano a ello han llegado las plataformas que nos permiten así consumir contenido audiovisual de un modo similar. Desde ya que los artistas celebran porque da más trabajo y permite generar mayor cantidad de contenido, pero ¿Es todo el contenido audiovisual acorde para estas plataformas?
¿Qué lugar tiene el cine hoy día?
En estos tiempos, al igual que el teatro, a mi criterio, el cine sigue siendo cine. Aquellas imágenes y sonidos que te llevan a un lugar impensado. Que dejan al espectador, después de finalizado el film y al otro día, y al otro y al otro, pensando. Que te invitan a juntarte con un amig@ o tal vez hasta un desconocido a debatir, a sacar conclusiones positivas o negativas, que te conducen a hacer trabajar tu mente, que te desvían por un instante de ese artefacto llamado móvil que hoy conduce gran parte de nuestras horas del día.
El valor que tiene un film no debemos quitárselo jamás, porque no hay como una buena película que te hace liberar las emociones, que te permite naufragar en espacios desconocidos, que te invita a jugar imaginando tal vez en alguna situación a la que jamás te expondrías.
A lo largo de los años hemos visto cómo el cine ha dejado de ser un mero entretenimiento para las personas. Nos ofrece muchas posibilidades, nos muestra diferentes realidades, diferentes estilos de vida, modelos sociales, nos trasmite valores y emociones. Es por esta razón que dentro de la educación se está haciendo un hueco como elemento de transmisión de conocimientos (Cabero, 2003)
El cine puede cambiar conductas en los más pequeños, y mejorar la vida en los más grandes.
¿Te has preguntado todo lo que el cine puede hacer por nosotr@s?
Como puedes ver para esta instancia el cine y las emociones van de la mano, se encuentran antes, durante y luego de cada función. Nos permite descubrir emociones que hasta quizás desconocemos, que nunca habíamos experimentado. Nos lleva a reflexionar sobre emociones pasadas y hasta deducir emociones por verlas reflejadas en los personajes.
No entraremos ahora en el papel que juega la música de un film en las emociones pero ya lo abordaremos más adelante porque ello es merecedor de un artículo propio.
«Una película actúa como agitador de la propia historia en el momento en que nos acerca y contacta con partes que tienen un tono similar a lo que hemos vivido (Ángeles Wolder)»
El cine nos invita a experimentar una multiplicidad de placeres, entre muchos podríamos hablar de un símil Voyeurismo, sin entrar en profundidad en el análisis Freudiano que hace sobre el voyeurismo y la sexualidad pero sí entendiendo el placer estético que el cine podría otorgarnos y ese placer de una visualización pasiva de los hechos.
Y a partir de aquí construir la idea si el cine lo vemos o lo miramos. El Licenciado Fernández Vásquez Rodríguez dice que “la mirada no está en los ojos. La mirada sale por la ventana de nuestros ojos” . Ya que la mirada es un proceso mental no biológico y lo que perciben los ojos toma significado desde el cerebro.
Cuántas veces miramos para tratar de descubrir lo que está ocultando el otro, y cuantas veces vemos a aquella persona que amamos. Mirar es intencional, ver es innato viene con nosotros.
Cada film nos brinda su mirada que está dada por su creador, por su director. Y nosotros como espectadores de ese film miramos lo que nuestros ojos quieren, pueden o desean ver.
El valor que tiene el cine es merecedor de ser valorado.
Florencia De Maio
Creadora y organizadora del Cine Club Puentes